martes, 1 de noviembre de 2011


El gobierno griego tomará el pulso de su pueblo y celebrará un referéndum sobre la adopción de los acuerdos alcanzados por los líderes europeos la pasada semana en Bruselas, según ha anunciado este lunes el primer ministro George Papandreu.
En un discurso ante sus correligionarios del grupo parlamentario socialista, Papandreu declaró que en estos momentos el pueblo debe decidir con un referendo "si aprueba o no el acuerdo" y afirmó que, "si no lo acepta, entonces no se aplicará".
"En un momento en que el sistema político es objeto de ataques y se le pone en entredicho, es nuestro deber mostrar el papel y el deber del ciudadano sin intermediarios, y eso es el referendo", declaró Papandreu.

'El ciudadano tiene la primera palabra'

El dirigente socialista destacó que en un asunto "que determina el futuro del país, el ciudadano tiene la primera palabra, sin los enfoques que tuercen la realidad por los intereses partidistas".
El mandatario griego también anunció que someterá la gestión de su Gobierno a un voto de confianza del Parlamento, que superaría si logra el apoyo de 151 de los 300 diputados del Legislativo. El Pasok de Papandreu cuenta con 153 diputados, un apoyo suficiente para superar esa moción y evitar así la convocatoria de elecciones anticipadas que conllevaría perderla.

La oposición: 'Grecia, como una moneda al aire'

El primer ministro ha solicitado, hasta el momento sin éxito, el apoyo de la oposición tanto para su estrategia de austeridad como para el plan aprobado el pasado miércoles, por que se perdonan a Grecia unos 100.000 millones de euros de deuda pero que también obliga a Atenas a una dura política de recortes y ahorro.
De hecho, la noticia ha desatado una tormenta de reacciones por parte del resto de partidos, que acusan al presidente de ser "peligroso porque hace uso de Grecia en Europa como si tirara una moneda al aire [...] No se puede gobernar y en vez de retirarse con honor, dinamitarlo todo".
Otra de las cuestiones que deberán analizarse es la legalidad de la consulta propuesta, ya que la Constitución griega no permite los referéndums sobre cuestiones económicas; únicamente aquellos que versen sobre cuestiones de gran importancia nacional. Por ejemplo, el último que se llevó a cabo, en diciembre de 1974, sirvió para abolir la monarquía después de la caída de una dictadura militar. Ante esta situación también se oyen voces acerca de la necesidad de convocar unas elecciones anticipadas.
Ante este panorama, y como señalan desde el partido de extrema derecha LAOS, "Papandreu está atrapado en un callejón sin salida y está llevando al país por una pendiente muy peligrosa".

Una quita que alivia la situación

Los líderes de la Eurozona acordaron un segundo plan de rescate para la zona euro y, en lo que atañe directamente a Grecia, incluye una quita que va desde el 21% al 50%. Esta opción era necesaria para que, según un informe de la Troika, "Grecia pueda llegar a 2020 con un saldo vivo de deuda del 120% del PIB".
Además, los socios del euro aumentarán su contribución al rescate griego en 30.000 millones de euros más. Así la aportación pública (a través del fondo de rescate) será en total de 139.000 millones y la privada de 100.000 millones. En suma: 239.000 millones para tratar de poner punto final al problema griego.
Tras conocerse estas medidas, Giorgios Papandreu, aseguró que"Grecia habría colapsado" de no llegar a un acuerdo con sus acreedores privados.

Tensión en las calles

Entretanto, el clima en las calles del país sigue caldeado. El pasado viernes, Día Nacional, las festividades adquirieron un cariz reivindicativo y con multitud de actos de protesta contra las políticas de austeridad del Gobierno y las consecuencias del acuerdo europeo.
De hecho, una encuesta publicada la semana pasada mostró que la mayoría de los griegos califican como 'negativas' las decisiones adoptadas en la cumbre europea; solo un 12,6% le dieron el visto bueno.

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