miércoles, 14 de mayo de 2014

El Bundesbank da el visto bueno a las políticas de reactivación.

Las políticas económicas basadas en la austeridad, impuestas desde Europa por los partidos liberales, han traído consigo tasas de paro y pobreza, desconocidas en la joven democracia española. Nos tenemos que remontar a la crisis de los setenta para encontrar un escenario similar. En 1.973 en respuesta a la ayuda de los países occidentales que apoyaron a Israel en la guerra del Yom Kippur, la OPEP tomó la decisión de no exportar petróleo a los países occidentales que apoyaron a Israel. Esto produjo una subida del precio del petróleo y un aumento de los costes de producción, en un sistema económico muy dependiente de los hidrocarburos. Consecuentemente la inflación se disparó en una España inmersa en el periodo de transición, llegando al 29% en 1.979. La alarmante situación se solvento con los Pactos de La Moncloa, una gran alianza entre los partidos políticos para realizar una política de rentas, que por su difícil implementación, asombró a las economías desarrolladas.

La planificación económica de la función de estabilización de la Hacienda Pública Española, no respondió en los noventa, al necesario aumento del ahorro público, en un escenario en el que el sector privado tiraba del Producto Interior Bruto Español. A la burbuja inmobiliaria se unió la burbuja creada por un sector público que emprendió una política de obras sin sentido. Alemania recrimina a España y a los países de la Zona Euro, más castigados por la crisis, el no haber realizado en los noventa los deberes que su economía realizó. La necesaria planificación de la economía a largo plazo, pasa por el ahorro en los periodos de abundancia y el aumento del gasto público en los periodos de recesión, algo que no se ha hecho, ni se ha estado haciendo hasta ahora.

El rumor, más que noticia, que se ha producido esta semana, de que el Bundesbank, va a permitir al Banco Central Europeo empezar a realizar políticas de activación; se ha traducido en aumentos positivos en el IBEX y devaluaciones en el tipo de cambio del euro frente al dólar, con relajaciones en nuestra prima de riesgo. A priori, la devaluación va a permitir reactivar nuestras exportaciones, sobre todo a América del Sur, penalizadas por las devaluaciones de sus monedas con respecto al euro. Falta por determinar en qué van a consistir las medidas de activación. En Estados unidos se tradujeron en fijar un objetivo de crecimiento del PIB de un 2,5% y un objetivo de paro del 5%. Recordemos el precipicio fiscal del año pasado, en el que los republicanos dieron su brazo a torcer permitiendo la emisión de deuda pública. Es importante conocer el modo en el que las inyecciones de liquidez se van a realizar. Esta noticia nos permite empezar a albergar esperanzas de que la recesión ponga su punto de inflexión y que la cordura en las políticas europeas empiece a imponerse. Sea lo que sea, nuestros niveles de paro y de pobreza empezarán a disminuir a medio plazo y no a corto, en una situación ya insostenible y que exige tomar medidas drásticas.

Ricardo Ros
14/05/2014

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