viernes, 26 de junio de 2015

ULTIMÁTUM A GRECIA

Grecia no llegó el jueves a un acuerdo con sus acreedores internacionales, dejando para el sábado un esfuerzo de último minuto que buscará evitar una cesación de pagos de Atenas la próxima semana o comenzará los preparativos para proteger a la zona euro de la turbulencia en los mercados financieros.

Los ministros de Finanzas de la zona del euro cerraron su tercera reunión en una semana sin un acuerdo, tras una última propuesta de reformas a cambio de dinero presentada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, que no satisfizo al Gobierno izquierdista de Atenas.

La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país es el mayor acreedor de Grecia, dijo que la próxima reunión del sábado de los ministros del Eurogrupo sería de "importancia decisiva" para hallar una solución para Atenas debido a que el tiempo se agota.

Ella rehusó especular sobre qué ocurriría si no hay un acuerdo, pero dijo que los gobiernos acreedores no podrían intervenir en las complejas negociaciones y que no hay más dinero para Atenas, aparte de lo que queda en el programa de rescate congelado.

Sin un acuerdo el fin de semana para liberar la ayuda congelada, Grecia, que ha recibido dos rescates por 240.000 millones de euros desde el 2010, se encaminaría a una cesación de pagos de un préstamo del FMI el próximo martes.

Eso podría provocar una corrida bancaria y controles de capital, lo que posiblemente pondría a Atenas en un camino de salida de la zona euro y socavaría el principio fundacional de que la pertenencia a la zona euro es irrevocable.

"La puerta sigue abierta para que Grecia presente una nueva propuesta o acepte lo que está planteado", dijo a la prensa el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, antes de informar del encuentro a los líderes de la Unión Europea sobre el estancamiento.

El tema de Grecia se coló en la agenda de una cumbre de los 28 países de la UE que debía concentrarse en la inmigración, el futuro a largo plazo de la zona euro y el lanzamiento de una renegociación de los términos de adhesión de Reino Unido.

Los líderes pasaron dos horas en un debate no programado sobre la crisis, instando al primer ministro griego, Alexis Tsipras, a aceptar las propuestas sobre la mesa y evitar al pueblo griego un sufrimiento peor, dijeron funcionarios de la UE.

Tsipras instó a su vez a los líderes a asumir una responsabilidad y no dejar el destino de Grecia en manos del FMI, pero ellos declinaron intervenir, diciendo que las negociaciones deben ser encabezadas por los ministros de Finanzas, dijeron los funcionarios.

"El clima es que, o bien el sábado Grecia acepta o ese día habrá una discusión sobre el Plan B", dijo un funcionario de la zona euro en la cumbre, en referencia a las medidas que serían necesarias en el caso de una moratoria para prevenir un colapso de los bancos griegos y limitar cualquier contagio del mercado a otros países de la zona euro.

El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, minimizó el último revés y dijo que Atenas sigue defendiendo su propia propuesta, que considera el aumento de impuestos y de aportes a la seguridad social, pero que los prestamistas dicen no generará suficientes ingresos fiscales para tapar un déficit en el presupuesto.

"La instituciones revisarán de nuevo los dos documentos: el nuestro y el suyo. Habrá discusiones con el Gobierno griego y continuaremos hasta que encontremos una solución", dijo Varoufakis a periodistas.

Merkel dijo en un encuentro de líderes de partidos de la centroderecha europea que tiene que haber un acuerdo antes de la apertura de los mercados del lunes, dijeron dos participantes.

Sus comentarios, realizados a puertas cerradas, recuerdan a los momentos más álgidos de la crisis de deuda de la zona del euro en el 2012, cuando los líderes de la UE temieron una posible desaparición del euro.

ULTIMÁTUM A GRECIA

Tras cinco meses de amargas negociaciones, el FMI, el BCE y la Comisión Europea habían dado a Tsipras un ultimátum para que presentara el jueves un nuevo plan creíble de reformas.

En cambio, Tsipras llegó a una reunión con Jean-Claude Juncker, Mario Draghi y Christine Lagarde con un papel exigiendo un compromiso de reducción de la deuda de Grecia, dijeron funcionarios.

Los acreedores se han negado a discutir un alivio en la carga de la deuda de Atenas hasta que Grecia haya adoptado e implementado las reformas económicas prometidas bajo su programa de rescate existente.

Diplomáticos dijeron que las tácticas de los prestamistas reflejan la exasperación por la negativa de Tsipras a comprometerse en reformas clave de pensiones, mercados laborales, salarios e impuestos, que cruzan las "línea rojas" definidas por su partido Syriza.

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