El precio del petróleo se derrumbaba esta mañana en los mercados tras conocerse el fracaso de la reunión que tuvo lugar en Doha, capital de Catar, este fin de semana. El objetivo de la reunión era congelar la producción en los niveles de enero de este año, ya que el desplome del precio desde junio de 2.014, fecha en la que el barril de crudo alcanzaba los 115 dólares a los 27 dólares que llegó a alcanzar en enero, ha puesto en serios aprietos a las economías dependientes del crudo. La reunión fue un desencuentro entre dos de sus más importantes actores, Arabia Saudí e Irán.
Arabia Saudí exigió para sumarse al acuerdo de congelación de producción que Irán confirmara su adhesión al mismo. A la reunión habían asistido los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), excepto Irán y Libia, esta última sumida en una guerra que dura ya más de cinco años. Tampoco asistieron grandes productores mundiales como Estados Unidos, Canadá, China, Brasil o Noruega.
La falta de consenso y acuerdo en la reunión fue debida a la necesidad iraní de recuperar la cuota de mercado que tenía antes de se iniciaran las sanciones económicas originadas por su Programa Nuclear. El programa iniciado por el Sha de Persia en la década de los 50 con ayuda americana y puesto en marcha de nuevo tras la Revolución Islámica con la ayuda de Rusia y China, originó en 2.012 un acuerdo entre Europa y Estados Unidos para bloquear las exportaciones de petróleo iraní, cayendo las ventas de Irán a poco más de un millón de barriles diarios de petróleo. El desbloqueó de las exportaciones iraníes en 2.016, hace que Teherán quiera aumentar sus ventas en unos 500.000 barriles al día y llegar a un objetivo de exportación de 2,5 millones de barriles diarios. El conjunto de los países de la OPEP bombeó un total de 32,35 millones de barriles diarios en marzo, frente a una media de 31,85 millones en marzo de 2.015. Estas cifras representan casi el 60% de la producción mundial de crudo.
A pesar del desacuerdo de Doha, mientras escribo este artículo el Barril de Crudo Brent se mantiene por encima de los 40 dólares, gracias a la debilidad que muestra el dólar después de los preocupantes datos de inflación de la semana pasada y el mal dato en las ventas minoristas. Creo que sin aumentos en la inflación la Reserva Federal Americana excusará la subida de tipos añadiendo debilidad al comportamiento de la moneda americana, que se está cruzando con el euro a 1,13 dólares en estos momentos. A corto plazo de perder los 40 dólares, observamos divergencias en RSI, volvería a cotizar en los entornos de los 35 dólares, aunque en estos niveles 33-35 tenemos ya una fuerte resistencia, que con el beneplácito de la desaceleración en Estados Unidos y la consiguiente debilidad del dólar volverán a empujar el precio a los 40 dólares. Sigo sin descartar que el barril de crudo alcance los 50 dólares este año. Aunque la credibilidad de la OPEP haya quedado por los suelos después de Doha, los intentos de alcanzar el objetivo de los 50 dólares seguirán estando presentes, sobre todo por parte de Rusia, Arabia Saudí, Venezuela y Catar. Con precios por encima de los 55 dólares el fracking en Estados Unidos volvería a ser rentable, por lo que recorridos por encima de este nivel son descartables, por ahora.
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